martes, 20 de septiembre de 2011

EL CONCEPTO DE PICTOGRAMAS


Lic. Ana Laguzzi

El concepto de pictograma es utilizado por Piera Aulagnier[1] para dar cuenta de los procesos de construcción del psiquismo en sus primeros momentos. Los pictogramas son específicos del proceso originario, anterior, en su estructuración, a los procesos primario y secundario.

Freud describe a estos procesos ubicando el advenimiento del narcisismo durante la primacía del proceso primario. Pero aclara que es necesario otro acto psíquico para salir del autoerotismo y construir el narcisismo. El autoerotismo es nombrado, pero no desplegado detalladamente en la obra freudiana.

Lacan, al retomar estos conceptos, aborda el estadio del espejo para mostrar que esta identificación especular, matriz del Yo, permite la construcción del cuerpo saliendo del momento de cuerpo fragmentado anterior al espejo. En este sentido la identificación especular puede pensarse como ese acto psíquico que permite la introducción al narcisismo.

Es pertinente relacionar ese proceso originario abordado por Aulagnier como lo autoerótico freudiano o el cuerpo fragmentado anterior al espejo. También es coherente relacionarlo con el concepto de organismo previo al de cuerpo tal como lo trabajan L. de Lajonquière y E. Levin.

En este proceso originario se conforman los pictogramas. Se llama así a la conjunción entre una zona corporal excitada por la necesidad, el objeto que calma y satisface y un plus de placer que es aportado en la experiencia. De la conjunción sincronizada de los tres elementos: zona corporal, objeto y placer surge una huella, una marca psíquica altamente catectizada que queda grabada en el inconsciente trascendiendo lo puramente autoconservativo y permitiendo la emergencia de la zona erógena. Para el infans aún no hay diferencia entre mundo externo-mundo interno. El objeto y la zona corporal quedan unidas como si fueran una sola estructura que Aulagnier llama zona-objeto.

En la medida en que se produzcan repeticiones del placer de cada zona- objeto (por la satisfacción que el otro que ejerce la función materna brinda a las necesidades autoconservativas) se produce la pregnancia de esa zona que pasará a ser zona erógena. Luego, los aportes significantes del Otro primordial van a dar sentido a dichas zonas permitiendo armar un cuerpo.

Se puede sintetizar entonces que P. Aulagnier da cuenta de los momento psíquicos anteriores al narcisismo, momento que denomina proceso originario, y a los pictogramas como las primeras marcas que son propias de ese proceso

Puede ocurrir que la zona-objeto no reciba el placer necesario para conformar el pictograma. Si lo que predomina es el displacer se formará un pictograma de rechazo que afecta a toda la zona y al objeto. La defensa es expulsar lo displacentero arrastrando también lo corporal junto al objeto. Esto ocasiona vacíos en la trama psíquica que tendrán importancia en la estructuración de los cuadros bordelines y en las psicosis.

Bibliografía :

Aulagnier, Piera: La violencia de la interpretación.Ed. Amorroutu. Buenos Aires 2008

Levin, Esteban: La infancia en escena. E. Nueva Visión Buenos Aires 2007

De Lajonquière, Leandro: De Piaget a Freud. Ediciones Nueva Visión Buenos Aires 2008

Lacan, Jaques: Escritos 1. Ed. Siglo XXI. Mexico 1999 Capítulo “El estadío del espejo”.

Freud, Sigmund: Obras Comletas Ed.Biblioteca Nueva –Madrid 1993 Capitulo Introducción del narcisismo. Tomo II. Traducción J. Ballesteros.



[1] Aulagnier, Piera: La violencia de la interpretación.Ed. Amorroutu. Buenos Aires 2008

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