martes, 20 de septiembre de 2011

LA PERDIDA DE OBJETO EN LA PSICOSIS


Psicp. Graciela Silles

J. LACAN en el Seminario 11 “Posición del inconsciente”, señala que en la estructuración del Sujeto aparecen dos operaciones constitutivas:

ALIENACIÓN Y SEPARACIÓN

Para Lacan en este momento, la Alienación es el inconsciente propiamente dicho porque la Alienación es la estructura de las formaciones del inconsciente que se traduce en la división del sujeto. De este modo se comprende que el inconsciente propiamente dicho es una operación puramente significante.

Al alcanzar el objeto a” en la segunda operación, la de separación, va a ser necesario salir del significante. Esto implica de algún modo salir del inconsciente e introducir el cuerpo, el organismo y la pulsión. Es decir que Lacan articula en este Seminario, Inconsciente y Pulsión, que aparecen como dos de los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis , ( Repetición y Transferencia completan el registro) . Hay quienes homologan el inconsciente a la alienación y la separación a la pulsión. Entonces, el objeto a aparece como el primer suplemento del inconsciente, como el primer suplemento del significante.

Al señalar que hay dos operaciones determinantes en la constitución del Sujeto y en la estructuración del Inconsciente ; se refiere a

ALIENACIÓN, como la inscripción del sujeto en el lenguaje

Y a la

SEPARACIÓN, como el proceso del cual surge el objeto “a”

En relación a ello Anny Cordie en “Los retrasados no existen” expresa : “Cuando se produce una detención en el trabajo de separación del objeto y una ausencia del borramiento del cuerpo biológico, cuando ese cuerpo biológico no ha sido recuperado en las estructuras simbólicas, hay persistencias de imágenes corporales angustiantes.”

Por su parte A. Jerusalinsky en el capítulo I de libro “Desarrollo y psicoanálisis”, explica la importancia del Otro como dador de significantes, como ordenador simbólico del cuerpo en una posición imaginaria:..”El papel del semejante no es, por eso, puramente imaginario como en el caso de los animales, sino significante. Inclusive ese imaginario, en el humano, depende de Otro, porque de acuerdo a lo que el Otro desee, lo que psicológicamente se llegue a constituir como imago del objeto faltante será esencialmente diferente. Ocurre que frente a un Real que lo arroja a un malestar de lugar vacío de objeto, la única posibilidad que al bebé se le ofrece es desear lo que el Otro desea en él. Otro que, entonces, no opera una imagen sobre él, sino un discurso.......”El otro primordial, la madre, hace en ese sentido un verdadero esfuerzo: toma el pecho como don, la caca como regalo, la voz como llamado ,la mirada como interpelación, costura y recubre lo que incesantemente aparece como abertura: la insuficiencia normal de su niño, la caída incesante de los agujeros que en el cuerpo se ofrecen y la llaman para ser llenados. Esos agujeros, lugares de entrada y salida, cargan las marcas simbólicas que la madre inscribe en ellos, dibujando así el borde del objeto que esencialmente permanecerá vacío ( a menos que la psicosis lo llene), precisamente ofreciendo lugar a la interminable búsqueda que en él se inaugura....”

En su libro “Un niño psicótico” Anny Cordie expresa...”Para el psicótico, el objeto conserva su estatuto real y no puede, en muchos casos, ser recuperado en la actividad fantasmática ni borrarse en las estructuras simbólicas del deseo. En lugar de poner en marcha el proceso de castración, de permitir la entrada del orden significante, su pérdida equivale a una pérdida real, una mutilación.

En la medida en que el objeto no está incluido en la dialéctica con el Otro, el niño sigue siendo ese mismo objeto y se ve sufrir la misma suerte, la desaparición, el anonadamiento....”

Luego ejemplifica este concepto con el Caso clínico de Sylvie , donde la joven desarrrolla una angustia masiva frente a la evacuación de las deposiciones y toda la problemática en torno al objeto anal y a las exigencias de su madre.

E. Levin en “Estructura y desarrollo psicomotor” también se refiere a la falta de objeto y a la repetición significante como determinantes del desarrollo y la estructura de un sujeto: “…Hay sujeto sin cuerpo y sin otro, enlazados y anudados por la dimensión de la falta de objeto, que no es otra que la puesta en acto del deseo del Otro en el cuerpo.”

Así podemos afirmar que en el psicótico, al no alcanzarse cabalmente la conformación del objeto “a” el sujeto se ve impedido de habitar su cuerpo y sostener su identidad.

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